Para muchas culturas de la antigüedad, la enfermedad se consideraba un castigo de los dioses.
De ahí que cuando se intentaba curar a un enfermo, la medicina que se utilizaba era una
mezcla de magia y religión. Por eso, muchas personas de la época romana llevaban a su
enfermo a pasar la noche a un templo, de manera que su dios, durante la noche, le indicara en
sueños los pasos a seguir para curarse la enfermedad. Además, los romanos utilizaban para
aliviar trastornos de la salud, plantas curativas y grasas de animal.

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