Madrid, MDCCCXCV. Víctor Ros fue, de niño, un muchacho chirlero y astuto que robaba dinero junto a su pandilla a gente que le sobraba para ayudar a su madre. Un policía veterano, Don Armando Martínez, lo sacó del mundo de la delincuencia en MDCCCLXXXII cuando contaba con XIV años y lo convirtió en el mejor policía de todo Madrid. Es inteligente, intuitivo y honrado. Tras pasar años como infiltrado con los anarquistas en Oviedo, regresa a Madrid para trabajar en la Brigada Metropolitana. El inspector Ros y sus compañeros tendrán que enfrentarse a toda serie de dificultades. Para empezar, los atrasos técnicos y culturales de la época serán un perjuicio constante. La serie comienza con un misterio que centrará la atención en los primeros tres capítulos: el asesinato de varias prostitutas en la ciudad de Madrid. A partir de entonces, los protagonistas se enfrentarán a otros peligros como la amenaza de asesinato a Ros por parte del hijo de un anarquista, el secuestro de la hija del agente Blázquez o una conspiración que pretende asesinar al presidente de España en aquella época, Cánovas del Castillo. Entre tanto, también se muestra la vida íntima del protagonista: su relación con la prostituta Lola la Valenciana, su amor por Clara Alvear o su amistad con Luis, quien le acompañaba en sus hurtos en su etapa de delincuente. Lola es una joven prostituta, cuya belleza es su único medio para salir adelante. Tras conocer a Ros en un caso relacionado con el asesinato de varias compañeras de profesión, se enamora perdidamente de él y sueña con salir de ese mundo. Aunque mantiene relación con Víctor, el amor que este siente por Clara, devolverá a la prostituta a su realidad. Es inteligente, cariñosa y comprensiva. Clara Alvear es una mujer moderna, culta y reivindicativa, lo cual resulta extraño en la España de finales del siglo XIX. Conoce al inspector Ros cuando este intenta descifrar la locura de su hermana, que había intentado matar a su marido. Aunque está enamorada del protagonista, su padre, un hombre clásico y arruinado, quiere casarla con Fernando de la Escosura, jefe de Víctor. Por ello, se convierte en el personaje central de la trama amorosa. Blázquez es un policía de carácter escéptico y tradicional. Es amigo de toda la vida de don Armando, el padrino de Víctor, a quien conoce desde su época de juventud. Tiene una confianza ciega en Víctor y por ello siempre se muestra fiel a su jefe. El comisario Buendía es un hombre autoritario y de fuerte carácter, aunque siempre deja entrever un trasfondo afable e inteligente. Para él, el mantenimiento del honor y la compostura son aspectos claves, lo cual no es extraño en alguien que fue militar en su juventud. Carballo, antiguo compañero de Buendía, es el personaje de la Brigada con más atributos negativos: es violento, inocente y despiadado. A pesar de ello, dada su experiencia militar, cumple siempre las órdenes que recibe e incluso salva la vida a Ros, a quien considera su enemigo. El agente Crespo es un joven policía que se caracteriza por su honradez y su fuerza física. Al igual que Blázquez y Sánchez, pertenece a la Brigada Metropolitana y sigue las órdenes de su jefe, el inspector Víctor Ros. Sánchez es el miembro más joven de la llamada Brigada Metropolitana. Es muy servicial con su jefe y realiza los trabajos de investigación que ayudan a resolver los casos.
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