Los andalusíes eran grandes amantes del baño y la limpieza corporal. La Edad Media era una
época en la que la higiene escaseaba en la Europa cristiana. Pero nuestros antepasados
andalusíes eran incapaces de presentarse en público, sucios o con mal aspecto. Nunca se
sentaban a la mesa sin lavarse la cara y las manos. Este aseo se completaba con la visita a los
baños árabes. Algunos cristianos, poco amigos del aseo, se sorprendían, e incluso se
escandalizaban, de que los musulmanes se bañaran tanto en verano como en invierno. Y como
los musulmanes tenían la obligación de lavarse antes de cada oración y tenían que orar cinco
veces al día, nuestros antepasados eran sin dudas los más aseados de Europa en la Edad
Media.

http://adf.ly/1bkjoF