Ya desde el siglo IX existía en nuestro territorio la figura de un funcionario a servicio e la
ciudad, que vigilaba el buen cumplimiento de la convivencia entre los ciudadanos. El Corán, el
libro sagrado de los musulmanes, dice que hay que “ordenar el bien y prohibir el mal”.
Basándose en esto, los musulmanes crearon un primitivo cuerpo de policía para hacer valer su
autoridad en caso de que las normas no fueran respetadas

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